viernes, 20 de diciembre de 2013

Siempre queda algo.

Y un día sucede, vas caminando por la calle y de repente te cruzas con alguien que lleva su colonia, recuerdas su olor, su olor en tu sudadera al llegar a casa después de haber pasado la tarde con él. Recuerdas lo feliz que te hacía, lo feliz que eras a su lado, cuando él era tuyo y tú eras suya, cuando sus besos eran sólo para ti, cuando se moría por verte, por estar contigo aunque sólo fueran 5 minutos, porque sabía que esos minutos iban a ser perfectos. Te paras a pensar en todo eso y recuerdas por qué le querías, te hacía sentir especial, te hacia sonreír de verdad y nadie más podía conseguirlo. Con sólo un abrazo, con un puto abrazo suyo se iba toda la tristeza, no sabias lo que era sufrir por amor, hasta que le perdiste. Entonces piensas en lo que te costó olvidarle, en los años que pasaron hasta que dejaste de pensar en él, en las noches que tuviste que pasar llorando al pensar en que lo que hacia contigo, lo estaba haciendo con otra que no eras tú y te duele. Te duele porque piensas que aunque ya no le quieras de esa manera, te sigue importando, le sigues teniendo un cariño especial. Te pasas la noche de bajón recordando y pensando en lo estúpida que fuiste al confiar en él, pero decides pasar. Pasas porque sabes que no le volverás a tener, que ya tiene a otra, pero no te importa. Te da igual porque piensas que así es mejor, sabes que no volverá a jugar contigo y eso te hace sentir menos mal. Pero de repente pasa, lo que menos esperas ocurre, después de tantas semanas sin saber nada de él, os volvéis a encontrar. Tú no sabes que decir, lo único que puedes hacer es evitarle, pero sabes que es imposible no mirarle. Giras la vista hacia él y lo miras cuando no se da cuenta. "Está igual que siempre -piensas- Sigue igual de perfecto". Y lo odias, lo odias porque estás volviendo a sentir cosas que no deberías, cosas que se suponía que ya habían desaparecido. Pero supongo que si cada noche sigues recordando, llorando, pensando en que hubiera pasado si las cosas hubieran sido de otra forma, es porque en realidad, en lo más hondo de tu corazón, sigues enamorada de esa persona. Aunque te cueste admitirlo, sabes que siempre ha sido así y que por mucho que pienses que le has olvidado, algún día volverás a verle o simplemente pasará por tu lado una persona con su mismo olor.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Si no sabes, no hables.

-¿Es un poco guarra, no? 
+Ella no es ninguna guarra, el problema es que le han roto el corazón y le han hecho tanto daño que tiene miedo de volver a querer, por eso hace lo que hace. Quiere olvidar y volver a ilusionarse, pero por mucho que lo intente no puede. Su autoestima roza el subsuelo y no confía en nadie, ni siquiera en ella misma. Desconfía de todos porque no quiere volver a sufrir. Ya no se acuerda de lo que se siente al besar a alguien y cerrar los ojos. Quiere volver a disfrutar de las pequeñas cosas, sentirse querida, sonreír, ser feliz... Sí, ella sólo quiere ser feliz de verdad, joder. Pero lo único que pasa es que personas cómo tú son las que hacen que se hunda todavía más. Juzgas sin saber y no tienes ni idea. No tienes ni puta idea de lo que tiene que aguantar cada día, de lo que sufre al ver que no le importa a nadie. Mirarse en el espejo y sentir que no se quiere, ver como la gente susurra y comenta sobre ella. Se siente demasiado sola y nadie le demuestra cariño, no la comprenden y sólo la insultan a las espaldas o se lo dicen a la cara acompañado de un 'es broma' ya que piensan que así dolerá menos.
Ella no puede más, está harta de todo y de todos, necesita irse lejos, empezar de cero. Sólo quiere que la cuiden, que se preocupen por ella, que le den cariño.
Así que la próxima vez piensa bien lo que vas a decir antes de hablar, porque no sabes el daño que puedes llegar a hacer con unas simples palabras.