jueves, 20 de noviembre de 2014

Puto masoquismo.

Hice con mi intento de olvidarte lo mismo que hago cuando tengo un moratón, que lo toco de vez en cuando sólo para saber si sigue doliendo.
A ti te pensaba sólo para ver si seguías doliéndome, lo hacía por instinto, porque necesitamos saber que aún podemos sentir dolor, por puto masoquismo.

Quizás toda esta mierda sólo sea un sueño.

Abril, 2014.
¿Sabes? Anoche tuve un sueño. Soñé que no querías saber nada más de mí, que me odiabas y no querías ni verme. Pero lo peor vino después, al despertar y darme cuenta de que la realidad era esa, que no quería darme cuenta y prefería engañarme. Porque no tienes ni idea de lo jodido que es que una persona con la que has pasado tanto, por la que has llegado a sentir tanto en tan poco tiempo, una persona que realmente te ha importado y ha sido la única capaz de hacerte olvidar al cabrón por el que llevabas sufriendo tres putos años, de repente se vaya. Porque cuando llega una persona así, no quieres dejarla escapar, no puedes hacerlo, la necesitas en tu vida.
Y bueno, cuando te empezaste a alejar de mí se me vino el mundo encima de nuevo. Volví a mi rutina de llorar noche tras noche, pero esta vez era peor. Fue peor porque me volví a ilusionar, sin quererlo. Pensando que esta vez sería real y me volví a pegar la hostia.
Sé que esto no te importará pero necesitaba soltarlo.

PD: Te quiero.
                                                                                                        Att: Siempre tuya, tu pequeña.

Cómo íntimos desconocidos.

Aún recuerdo aquella noche que nos conocimos, los 'te quiero' que a escondidas nos dijimos. Esa noche en la que decidimos que todo acabaría, bifurcando los caminos de nuestra alegría. Como íntimos desconocidos.