lunes, 22 de abril de 2013

No puedo más, estoy harta.

Estoy harta de hablar y que nadie me escuche.
Estoy harta de que siempre me echen la culpa de todo.
Estoy harta de no gustarme a mi misma.
Estoy harta de que mi única forma de desahogo sea destrozándome los nudillos contra la pared al sentir que nadie me escucha. 
Estoy harta de callarme y guardarme todo lo que siento por culpa del miedo o la vergüenza.
Estoy harta de ser siempre la gilipollas que dice que si, la que está siempre para todo haga falta o no
y en cuanto digo que no, la culpa es solo para mi. 
Estoy harta de que me hagan sentir culpable al decir que no quiero hacer algo.
Estoy harta de decir algo y que me digan "No es lo mismo" o "Pues lo mío es peor porque..."
Estoy harta de que me digan que diga lo que pienso y que si lo digo me digan que soy una quejica. 
Estoy harta de sentir que sobro en todas partes. 
Estoy harta de sentir que nadie me quiere. 
Estoy harta de sentirme como una mierda. 
Estoy harta de llorar todas las putas noches y tener que sacar una sonrisa al día siguiente para no preocupar a nadie. No por nada, si no porque no me gusta ir de víctima.
Estoy harta de que me tomen el pelo y me manipulen como les da la gana. 
Estoy harta de ser la que daría la vida por muchas personas que no serían capaces de hacer una mierda por mi. 
Estoy harta de ser la que al final parece tonta de lo buena que soy.
Estoy harta de que mis padres se pasen el día peleándose y me metan a mi por el medio. 
Estoy harta de todo, pero sobretodo estoy harta de que nadie se de cuenta. Y es entonces cuando empiezo a estar borde y lo pago con las personas menos indicadas. Pero es así, tengo demasiada rabia acumulada, me callo demasiadas cosas y el día que explote no se va a salvar nadie.

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