No me vale con un "lo siento"

- Lo siento.
+ Eso ya no me vale.
- Pero si te lo digo de verdad.
+ Coge un vaso.
- ¿Para qué?
+ Tú hazlo.
- Vale, ya está.
+ Ahora rómpelo.
- ¿Qué?
+ No preguntes, simplemente hazlo.
- Vale, ¿ahora qué?
+ Pídele perdón.
- ¿Qué?
+ Tú díselo.
- Perdón.
+ ¿Se ha arreglado? ¿Ha vuelto a estar como antes?
- No...
+ Pues lo mismo pasa con mi corazón, una vez que le has hecho daño, en cuanto lo has roto, ya no sirve un simple "lo siento" para arreglarlo.